Etiquetas

jueves, 22 de septiembre de 2011

DE LA ILUSIÓN SE VIVE

Vamos a comenzar haciendo un breve repaso a la situación comercial de las marcas de automóviles internacionales, y a ver cómo tratan de vendernos coches “ganga” al mismo precio que hace 5 años.

A estas alturas de la coyuntura económica, es bien sabido por todos, que absolutamente todas las industrias están afectadas por el descenso del nivel de sus ventas, y que unas optan por el cierre total de la empresa, otras por hacer un Expediente de regulación de empleo a buena parte de su plantilla (ERE) y otras por declararse en supensión de pagos y no devolver ni un céntimo de todo dinero que deben.

Una de esas industrias fue la del sector de la automoción, que vio como las ventas de sus vehículos comerciales caían en picado por el abusivo precio de sus productos. Es decir, si hace unos años, cuando había prosperidad económica, nos pedían por ejemplo a cambio de un determinado coche 15.000 euros, hace unos meses nos pedían… ¡15.500!

El sector, como todos, alegó que el precio de la materia prima, la mano de obra y demás factores implicados en la producción subieron, y que por lo tanto deberían reducir sus plantillas. Pero debieron ser un poco más perspicaces y ver que si los bancos no daban ni un solo crédito a nadie, ese nadie nunca les podrá comprar un coche.

Y en efecto, eso fue lo que sucedió. Las ventas de vehículos cayeron un 30% y apuntaban a que seguirían yendo a más. Pero lo más sorprendente de todo, es que nadie del sector movió ni un dedo para bajar el precio de sus productos y sin embargo si lo hicieron para llorarle al Gobierno por ayudas. Pero digo yo señores, al igual que al resto de los mortales les bajan el sueldo y nos suben los impuestos, ¿que menos que bajar los precios de sus autos para así poder vender algo?

Pues bien, tras la única ayuda-estafa del gobierno de 2.500 euros a cambio de dar un coche viejo al comprar uno nuevo, les hizo ponerse manos a la obra y por fin abaratar los precios… aunque no tanto como debieran.

Hoy en día podemos encontrarnos con suculentas ofertas en determinados modelos, pero deberemos sacar la lupa “a paseo”porque nadie da duros a pesetas.

Como ejemplo, nos ofrecen un Ford Fiesta con un equipamiento básico (sin llantas, aire acondicionado…) por 9.450 €
Pensaríamos que no esta nada mal si no fuera porque su motor rinde… ¡60 caballos! Suficientes si lo queremos para andar por ciudad, pero si optamos por un motor diésel TDCI para hacer algún viaje largo, ese mismo coche ha subido a los 15.000 euros, es decir, al mismo precio al que estaba hace años.

He utilizado el caso del Fiesta como ejemplo, pero las demás marcas hacen lo mismo. Por lo tanto, si vemos un coche a un precio realmente barato deberemos leer bien la letra pequeña porque además de ser un precio especial, su equipamiento también lo es y no podremos añadirle nada más de lo que venga de fábrica (llantas, paquetes de navegación, xenon…)

Así pues, como moraleja, si alguien quiere hacerse con un coche nuevo, deberá romper su hucha o quedarse con el coche que el concesionario tratará de quitarse de encima. No obstante, recomiendo recorrer varios concesionarios de la misma marca, ya que la diferencia de precio final puede llegar a los 2.000 euros por un mismo coche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario