En el último gran premio de Formula 1 disputado hasta el momento, pudimos ver la escasa potencia de la que se hace valer el coche de Fernando Alonso, que vuelta tras vuelta parecía perder caballos y se hacía cada vez más “indomable”.
Después de producirse los entrenamientos libres y la clasificación, todos los pronósticos apuntaban a que Ferrari podría hacerse un hueco en el podio y podía complicarle la victoria al equipo dominante, el Red Bull Racing de Sebastián Vettel.
Tras el pistoletazo de salida, Alonso supo aprovecharse del tapón que Mark Webber provocó a Lewis Hamilton, remontando de la 5ª posición a la 3ª, pero la alegría duró muy poco y los pronósticos acerca del buen rendimiento que Ferrari iba a ofrecer se vinieron abajo, llegando al punto de tener que entrar a boxes precipitadamente para cambiar de neumáticos y mejorar los problemas de tracción que tantos segundos le hacián perder a Fernando vuelta tras vuelta.
Una vez subsanado el problema, el coche volvió a correr de manera normal, pero sin grandes alardes de potencia, y pudo mantener hasta el final la 4ª posición, en gran parte por el accidente que protagonizó Hamilton con Massa, que obligó a ambos a realizar una parada en boxes y conllevó una penalización para el primero por el mal hacer de su maniobra. Inmediatamente ambos quedaron fuera de la lucha.
Después de producirse los entrenamientos libres y la clasificación, todos los pronósticos apuntaban a que Ferrari podría hacerse un hueco en el podio y podía complicarle la victoria al equipo dominante, el Red Bull Racing de Sebastián Vettel.
Tras el pistoletazo de salida, Alonso supo aprovecharse del tapón que Mark Webber provocó a Lewis Hamilton, remontando de la 5ª posición a la 3ª, pero la alegría duró muy poco y los pronósticos acerca del buen rendimiento que Ferrari iba a ofrecer se vinieron abajo, llegando al punto de tener que entrar a boxes precipitadamente para cambiar de neumáticos y mejorar los problemas de tracción que tantos segundos le hacián perder a Fernando vuelta tras vuelta.
Una vez subsanado el problema, el coche volvió a correr de manera normal, pero sin grandes alardes de potencia, y pudo mantener hasta el final la 4ª posición, en gran parte por el accidente que protagonizó Hamilton con Massa, que obligó a ambos a realizar una parada en boxes y conllevó una penalización para el primero por el mal hacer de su maniobra. Inmediatamente ambos quedaron fuera de la lucha.
En este Gran Premio de Singapur, también hubo lugar para la polémica –inexistente a mi juicio- por el supuesto tapón (no se apartó al ser doblado) que Alguersuari hizo a Fernando cuando este estaba pisándole los talones a Webber en su lucha por el tercer puesto.
Esta protesta de Ferrari deja en evidencia al equipo, que no sabe que hacer para que su coche sea competitivo, a pesar de contar con uno de los mayores presupuestos de toda la parrilla, por lo que Fernando Alonso deberá conformarse con quedar por detrás de los Red Bull.
Querido Ferari, que los Red Bull son de otra galaxia parece elemental .
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